Internet de las Cosas: Aprende todo sobre la tecnología de moda
Conoce más sobre el Internet de las Cosas, la tecnología que está revolucionando el mundo. Una de las tecnológicas más disruptivas de la actualidad y que está demostrando un gran potencial en gran cantidad de sectores.
¿Qué es el Internet de las Cosas (IOT)?
El Internet de las Cosas (también denominado IOT o Internet of Things) es un concepto que se refiere a la interconexión de objetos físicos cotidianos a través de internet, permitiendo que estos objetos (denominados «cosas») se comuniquen y compartan datos entre sí y con otros sistemas. Los dispositivos IoT, también denominados “objetos inteligentes”, pueden ser tan pequeños como una bombilla o un reloj y tan grandes como un electrodoméstico o un vehículo.
Esta tecnología puede conectar prácticamente todos los objetos que conocemos y casi todo lo que hacemos. Facilita un ecosistema interconectado de dispositivos que permite a los usuarios controlarlos desde cualquier lugar.
¿Cuáles son sus elementos básicos?
Los elementos básicos del Internet de las Cosas son 3:
- Hardware: dispositivos conectados o inteligentes.
- Software: plataforma o aplicación que permite integrar la información obtenida del hardware.
- Interfaz gráfica de usuario: herramienta que permite registrar y controlar los dispositivos, además de visualizar e interpretar los datos obtenidos. Puede ser una aplicación móvil o un sitio web.
¿Cómo funciona el Internet de las Cosas?
En el proceso de transmisión, recopilación y análisis de la información que caracteriza el proceso de la tecnología IoT, podemos distinguir 4 etapas clave:
- 1. Captura de datos a través de los sensores conectados a los dispositivos.
- 2. Compartición de datos a través de las conexiones de red que usan los dispositivos para enviar datos a la nube (servidor que almacena los datos) o a otro dispositivo.
- 3. Procesamiento de datos a través del software que los ha recogido previamente y que se programa para que haga algo con esos datos.
- 4. Toma de decisiones a partir de los datos analizados.
¿Cuándo surgió el concepto?
El concepto Internet de las Cosas fue propuesto en 1999 en el MIT. Aquí se realizaban investigaciones pioneras en el campo de la identificación por radiofrecuencia (RFID) y tecnologías de sensores. Su idea original era conectar cualquier tipo de objeto: desde componentes de vehículos, hasta libros, o paquetes, de forma que al estar equipados con etiquetas de identificación no existirían en teoría problemas de falta de stock y podríamos saber en todo momento la ubicación de cada objeto.
Kevin Ashton es conocido por ser el padre del Internet de las Cosas. Todo comenzó en la década de los 90, cuando estaba trabajando para la empresa Procter and Gamble (P&G). En esta época, Ashton, estaba colaborando en el lanzamiento de una nueva línea de productos cosméticos.
Ashton, responsable de ciertas gamas de productos, encontró algunos agujeros en la cadena de suministro. En concreto, descubrió que se perdía el rastro de gran cantidad de lápices labiales del mismo color. No se encontraban en los inventarios, ni en las estanterías ni en los registros de ventas.
Por esa época, Ahston había oído hablar de las tarjetas con chip de radiofrecuencia (RFID), de manera que se le ocurrió que una solución alternativa más fiable al código de barras per se, podría ser integrar este chip en el código de barras. De esta manera, se puso en contacto con los altos mandos de la empresa y el Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) para explorar las posibilidades que ofrecía la Identificación por Radiofrecuencia (RFID), investigaciones que dieron origen al Auto ID Center del MIT.
Fue en el año 1999 cuando por fin el término salio a la luz. Ashton necesitaba una forma sencilla de presentar la investigación, funcionamiento y aplicaciones de la RFID. Tras un periodo de reflexión, nació la palabra mágica: Internet de las Cosas:
Aplicaciones del IOT: ¿Para qué sirve?
Las aplicaciones de la tecnología IoT son múltiples. Como te hemos contado, es ajustable a casi cualquier producto o servicio. Hoy en día, muchas empresas y sectores están adoptando esta tecnología para simplificar, mejorar, automatizar y controlar sus procesos. Y, no sólo eso, también está creciendo en el ámbito doméstico e individual. A continuación, mencionamos algunas de las aplicaciones prácticas del IoT.
- Ciudades inteligentes o smart cities. Son entornos urbanos que emplean tecnologías de la información y comunicación (TIC) en sus redes, servicios e infraestructuras para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, optimizar la gestión de los recursos y promover la sostenibilidad. El IoT se utiliza para mejorar la gestión de recursos en áreas urbanas, incluyendo la gestión del tráfico, la monitorización de ciertos parámetros, la gestión de residuos, la iluminación inteligente y la seguridad pública. Haz clic aquí si quieres saber más sobre la aplicación del IoT en las smart cities.
- Salud y bienestar. El IoT en salud es una tendencia en la cual se utilizan dispositivos inteligentes para proporcionar asistencia médica personalizada y mejorar la salud del paciente.
- Domótica. En en este caso, el Internet de las Cosas se utiliza para automatizar el hogar. Así, los habitantes pueden controlar los dispositivos conectados de forma remota, gestionar la iluminación, la calefacción o la climatización, e incluso tareas de vigilancia. Haz clic aquí si quieres conocer más sobre domótica.
- Agricultura inteligente. La agricultura con tecnología IoT funciona mediante el uso de dispositivos conectados a internet, como sensores, cámaras, drones o maquinaria. La red de dispositivos permite recolectar y analizar datos en tiempo real sobre el estado de los cultivos, el clima, el suelo, etc. De esta manera, los agricultores pueden tomar decisiones informadas para optimizar el rendimiento de sus cultivos y reducir costes.
- Ganadería inteligente. En este contexto, el Internet de las Cosas se utiliza para mejorar la eficiencia y la productividad de las operaciones ganaderas mediante el uso de sensores y otras tecnologías que permiten monitorizar la salud, el comportamiento y el bienestar de los animales. Esto, a su vez, repercute en el bienestar de los animales.
- Logística y transporte. En este ámbito, el Internet de las Cosas permite a las empresas conectar y monitorizar sus activos (contenedores, flota de vehículos,…) en tiempo real. Asimismo, permite a las empresas mejorar la eficiencia de sus operaciones, reducir costes y mejorar la experiencia del cliente.
- Industria. En el sector industrial, esto permite una mayor eficiencia en la producción un mejor control de los procesos y la mejora en el funcionamiento de los activos y mantenimiento predictivo, entre otros. También permite mejorar la seguridad en el trabajo.
Si quieres profundizar en este tema, visita nuestro artículo: «Los sectores más beneficiados por el Internet de las Cosas«.
¿Qué beneficios ofrece IoT para las empresas?
- Reducción de costes. La posibilidad de monitorizar y gestionar de forma remota los activos permite hacer un seguimiento continuo de los mismos. Además, esto se traduce en un mejor mantenimiento predictivo, menor cantidad de fallos graves y sus consiguientes reparaciones.
- Mejor experiencia de cliente. Mediante el uso de la tecnología IoT para recopilar datos sobre el comportamiento y preferencias de los clientes, las empresas pueden crear experiencias y servicios más personalizados y atractivos.
- Adaptabilidad. Los dispositivos IoT pueden diseñarse de manera que sus funcionalidades adapten a las necesidades de cada empresa y sus usuarios. Esto también contribuye a una mejor experiencia de cliente.
- Automatización de procesos. Gracias a la tecnología IoT, las empresas pueden habilitar la automatización del funcionamiento de sus dispositivos. Todo esto, además, ¡de manera simultánea!
- Seguimiento continuo de los activos. Los sensores conectados a cada dispositivo generan información sobre su funcionamiento, rendimiento, ubicación y estado. Con estos datos, las empresas pueden tomar medidas proactivas para mejorar su cadena de suministro, optimizar sus activos, prevenir robos o pérdidas y también maximizar su valor.
- Mejora en la toma de decisiones. Todos los datos recopilados por cada sensor pueden ser analizados y utilizados para tomar mejores decisiones, identificar tendencias y comprender mejor sus operaciones.
- Eficiencia operativa. La automatización de tareas y procesos impulsa la eficiencia operativa en las empresas. Esto se traduce en un menor tiempo en el desempeño de las tareas, con el menor coste posible y de forma más precisa.
- Mejora de la seguridad. La supervisión continua de la infraestructura digital y física permite optimizar su rendimiento, mejorar la eficiencia y reducir los riesgos de seguridad al ser detectados a tiempo.
¿Quieres saber más sobre Internet de las Cosas?
Como has visto, el ámbito de aplicación del Internet de las Cosas es muy amplio y sus beneficios también. Si quieres profundizar más sobre esta tecnología, en nuestro blog te contamos las tendencias más actuales. Puedes profundizar en sus aplicaciones y otros temas de actualidad, en aspectos más técnicos o incluso conocer cómo será el futuro del IoT.
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